Con la idea de difundir los espectáculos independientes de la ciudad de Mar del Plata, el 6 y 7 de marzo la sala Puerta Roja será sede, por tercer año consecutivo, del Encuentro de Teatro Marplatense en Buenos Aires.
En la edición 2009 se presentará, el viernes, Disparate, con dramaturgia y dirección de Guillermo Yanícola y el sábado (en dos funciones) Un milagro, dirigida por la dupla Adrián Canale y Paola Belfiore, basada en el mundo poético del autor alemán Charles Bukowski.
Alternativa Teatral charló con Adrián Canale, mentor de este encuentro y con los directores marplatenses Guillermo Yanícola y Paola Belfiore.
-Adrián: ¿qué te motivó a realizar este Encuentro de Teatro Marplatense en Buenos Aires?
Adrián Canale: -Tengo una larga relación con el teatro independiente marplatense ya que soy nacido allí y me vine a Capital a estudiar dirección a los 26 años. Luego seguí en contacto, ya que doy clases en Mar del Plata durante el año, así que conozco bastante el movimiento. Me interesaba que se conociera en Buenos Aires especialmente el trabajo de directores más jóvenes, como Guillermo Yanícola o Paola Belfiore, que son artistas preocupados por nuevos lenguajes y con una mirada propia sobre el hecho teatral. El movimiento teatral de la ciudad sufrió durante bastante tiempo (y lo sigue padeciendo), el "caciquazgo", el trabajo con "caciques" teatrales que dirigen desde hace más de 40 años el mismo tipo de teatro, sin renovación ni búsqueda de nuevos lenguajes, y que a su vez han sido los pobres maestros de las nuevas generaciones. Eso hizo que se estancara el tipo de producción y que, a diferencia de lugares como Córdoba o Mendoza, Mar del Plata, (que tiene la misma cantidad de habitantes o quizás más), no creciera como plaza de teatro independiente y sí de teatro más comercial. Quiero recalcar que, por suerte, desde hace aproximadamente cinco años, se ha empezado a renovar el ambiente y la manera de producir. Incluso se han abierto numerosas salas pequeñas que funcionan todo el año. Esto ha revitalizado un poco el movimiento teatral.
- En cuanto a las obras que se presentan, ¿qué búsqueda actoral o estética las caracteriza?
A.C.: -En cuanto a Un milagro, que es el segundo trabajo que dirijo con Paola Belfiore, éste deriva de un seminario de actuación y montaje escénico de cuatro meses que hicimos en Mardel. En este espectáculo acentuamos muy marcadamente el trabajo físico, ya que Paola, además de actriz, es coreógrafa. A ambos nos interesa el riesgo físico y el compromiso del cuerpo del actor en escena. Violencia física, baile, coreografías "extrañadas" y mucha acción. Para esto nos sirvió el ambiente de un cumpleaños de 40 de uno de los personajes y todos los altibajos y situaciones que se generan en una fiesta. La estética es "noventosa", con mucha música bailable de los '80 y los '90. El público funciona, además, como parte de la fiesta y está casi metido en ella. Mucho ritmo, besos, vasos, baile y silencio también.
Guillermo Yanícola: -En Disparate, Hecho o Dicho Fuera De Razón y Regla, la búsqueda fue hacia una actuación que marcara lo monstruoso y lo grotesco de las conductas humanas normales. Dado que una de las reflexiones que propone la obra es acerca de la normalidad, la actuación debía acercarse a veces a algo normal y a veces a su estallido. Formas de actuar, de decir, de dirigirse al otro, se ven como normales, y quizás apenas enmarcando una acción o exagerando mínimamente un gesto, se vuelven totalmente enfermas, deformes, grotescas.
Es una estética de lo grotescamente absurdo o de lo absurdamente grotesco, con líneas que se cruzan en diferentes direcciones; distintas dramaturgias surgen del texto que dicen los personajes, de las acciones que realizan, del humor como herramienta y como consecuencia, de la puesta en escena, del color utilizado en la escenografía y los vestuarios. Diferentes líneas de simbolismo, de significado.
-En el caso de Disparate ¿Cómo fue el trabajo con los actores?
G.Y.: -En este caso yo trabajo como actor, dirijo y soy autor del texto (lo cual también está contemplado como parte de nuestro proceso creativo). El proceso de ensayos se desarrolló de modo no menos particular: por diferentes imposiciones horarias, nos planteamos con Claudia Mosso, la actriz de esta obra, estudiarnos el texto (que estaba escrito con anterioridad) cada uno por su lado, luego ensayar la obra durante un mes y estrenarla, con la condición de ensayar todos los días de ese mes. Cumplimos, milagrosamente, con esta premisa y estrenamos en la fecha pautada, bastante cansados. Luego la obra fue ajustándose y algunos textos se fueron modificando durante las primeras 30 presentaciones (la obra lleva ya 200 funciones) y después todo quedó bastante fijo. Hay, sin embargo, algunos espacios de improvisación dentro de una estructura muy obligada de acciones y textos.
-¿En Un Milagro, qué textos de Bukowski trabajaron y cómo se realizó la adaptación teatral?
A.C.: -Nos inspiramos en dos cosas de Bukowski: por un lado en su obra poética, que es bellísima y que en algunos casos se corre de algunos lugares comunes que se conocen de él. Su poesía es cruel, pero tierna a la vez. Y a pesar de tener ese "realismo sucio" que lo caracteriza, un estilo casi "carveriano", tiene vuelo poético y mira las situaciones de las personas desde un lugar muy humano.
Por otro lado, tomamos la descripción que hace de sus personajes (fracasados, con dificultades en el amor, tal vez alcohólicos) para construir los nuestros.
La dramaturgia la hicimos con Paola y la fuimos construyendo conjuntamente con los actores, a medida que aparecía el lenguaje, que fue de mucho entrenamiento físico y de riesgo corporal. Un montaje paralelo a la construcción física y del texto.
-¿Cómo fue el trabajo con los actores en Un Milagro?
Paola Belfiore: -Trabajamos improvisaciones en las que enfatizamos acciones donde el cuerpo era lanzado hacia una teatralidad extrema. Luego seleccionamos fotografías de artistas como Cindy Sherman, Nan Goldin, Diane Arbus, etc., y a partir de estas imágenes los actores fueron encontrando las características de sus personajes. A medida que transcurrían los encuentros íbamos detectando momentos, situaciones, climas, tonos, sobre los cuales focalizábamos para ir armando los textos y la puesta en escena.
-¿Existe algo así como un tipo de teatro marplatense?
A.C.: -No identificaría un tipo de teatro de la ciudad. Lo que sí marcaría son dos líneas de trabajo bien diferenciadas en cuanto a búsqueda, entre los directores más grandes como Antonio Mónaco, Enrique Baigol o Viviana Ruiz, que han definido, a su vez, líneas entre quienes trabajaron con ellos, y los intentos mas interesantes de despegarse de esos discursos mas obvios y reiterativos, como Yanícola, Belfiore, Lucas Capurro o Manuel Santos Iñurrieta.
Otra cosa que la define (quizás para mal) es cierta tendencia a acentuar el trabajo en la temporada, que genera una dependencia de agradar al gusto medio del turismo y de no profundizar en búsquedas más arriesgadas. De ahí los pocos nombres citados, quizás.
-¿Cuál es la situación actual del teatro independiente de Mar del Plata?
P.B: -Mar del Plata es hoy una ciudad donde hay una considerable cantidad de salas de teatro independiente y en la que cada día crece la cantidad de grupos que se conforman para hacer teatro. Esto trae aparejado un crecimiento en la cantidad de público que se acerca a dichos espacios. Mucha gente joven está innovando en el lenguaje y realmente podemos encontrar obras muy creativas y de excelente calidad. A mí parecer, esto ha hecho que se fortaleciera la producción, la cual, igualmente, siempre es hecha por los mismos artistas. Casi podríamos decir que no existe la figura del productor de obras de teatro marplatense independiente. Eso es algo en lo cual, considero, nos falta crecer, pero los artistas marplatenses como productores son cada vez más eficaces. De todas maneras, es algo que, espero, se modifique. Por otro lado, y hablando puntualmente de mi caso, junto con cuatro artistas locales dirijo una sala de teatro independiente desde hace cuatro años, El Club del Teatro, en la cual hay actividad durante todo el año, con funciones diariamente en verano y los fines de semana en invierno. También la sala se caracteriza porque permanentemente se dictan en ella talleres, seminarios de danza, teatro, maquillaje y caracterización teatral, contact improvisation, etc., tanto de artistas nacionales como internacionales. Recibiremos este año un subsidio otorgado por el Instituto Nacional del Teatro.
G.Y.: -La situación del teatro independiente en Mar del Plata es, en el sentido de producción, fuerza y ganas, bastante alentadora. Hay alrededor de doce salas independientes y se generan nuevos espacios y grupos. A nivel estético hay una búsqueda un poco más abierta a nuevas formas que la de la década pasada. Y a nivel realidad, sustento y posibilidades hay una situación un poco desalentadora, ya que los apoyos, ayudas, subsidios, etc., con los que se mueven salas y grupos, sólo alcanzan para pagar alquileres y realizar un mínimo básico de actividades, cuando, a mi modesto entender, las cifras de los subsidios deberían estar más acordes a las necesidades reales de investigación, búsqueda y producción de los teatristas, y de este modo lograr apoyar más allá de la simple ayuda a la supervivencia de la actividad.