Moana navega en búsqueda del corazón perteneciente a la Isla Madre. El corazón fue robado por el Capitán Garfio para tener el control y el dominio de todas las islas del océano. Si ese corazón no está en manos de alguien bondadoso y que quiera el bien de todos los isleños antes de que de su último latido se produzca, todas las islas se sumergirán en lo más profundo del océano.
Camino a enfrentar al Capitán Garfio, Moana toma un descanso y se queda dormida. En sus sueños aparece Campanita, el hada guardiana de los sueños, quien otorga las herramientas necesarias para resolver todo tipo de problema que el soñante este atravesando.
Moana le transmite a Campanita su preocupación y esta, para tranquilizarla, le ira presentando a sus amigas princesas a quienes ha ayudado en ocasiones anteriores. Las princesas Rapunzel, Bella, Anna y Elsa le cuentan que Campanita las ayudó a descubrir en ellas los más grandes poderes que hoy las ayudan a tener una vida feliz: la verdad, honestidad, el amor y la paciencia. A Moana le es otorgado el poder de: Creer.
Con su poder en manos, sale en búsqueda del Capitán Grafio que previamente había sido encontrado y perseguido hasta su llegada por el amigo de Moana, el pequeño Capitán Pirata Jake.
Al enfrentarse a Garfio, y luego de una serie de hechos inesperados, Moana logra que él se exprese y deje salir sus sentimientos más internos. Es así como Moana comprende el porqué de su accionar y decide perdonarlo. Garfio le agradece y decide devolverle el corazón.
Son dos palabras mágicas que logran que todo vuelva a tener color: perdón y gracias.
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