Lily, Mario y Agustín han caído en la trampa de su propia ingenuidad. Atrapados en una realidad mezquina, tratan de sobrevivir buscando satisfacer sus necesidades y sus deseos al punto de no medir quien es quien, en una lucha en que todo vale, caiga quien caiga, consecuencia de vivir en una sociedad que ofrece "trampas" en vez de futuro, que busca hacer "pisar el palito" atrapando "pajaritos" en vez de verdaderos delincuentes y corruptos. Sólo la solidaridad, la amistad y el amor, por momentos, les permite descubrir sus verdaderos sueños y valores.
Escrita en 1994, esta pieza teatral mantiene una vigencia quizá alarmante: falta de horizonte para los jóvenes, marginalidad, fracaso y violencia. Temas que se han vuelto endémicos en nuestro país, y en casi todo el mundo, luego del fracaso del modelo neoliberal.
- 2011-01-17 - Marginales inmersos en la oscuridad (EL LITORAL)