El barberillo de lavapies

"El Barberillo de Lavapies" (Selección de zarzuela, solistas, coro y músicos).
Música : Francisco Asenjo Barbieri - Letra: Luis Mariano de Larra.
Laura Delgado (soprano) Liliana Vigo Lima (mezzo-soprano) Víctor Betinotti (tenor) Leonardo Boetti ( tenor), María Belén de la Madrid (soprano), Lelio Lesser (actor).
Piano: Rita Casamajor : VICTOR BETINOTTI . Y la Dirección Escénica, Régie y diseños : MARIANA PACE.
Coro CASA DE MADRID
Síntesis del argumento de la zarzuela: (SELECCIÓN) Acto I. Romería de San Eugenio. El Pardo. Aunque la situación política es delicada hay en la fiesta un animado bullicio de estudiantes y gente del pueblo. Lamparilla hace su entrada entonando su famoso número musical y, tras él, aparecerá Paloma , quien también dejará constancia de quien y cómo es. Para completar el ambiente aparecen en escena la Marquesa, de incógnito, como es de rigor y don Juan. La dama y el gentilhombre traman una conspiración para derrocar al gobierno de Grimaldi. Don Luis, sobrino de Grimaldi, aparece en escena y recrimina a la Marquesa lo que a todas luces parece es una infidelidad. La dama no puede contar la verdad y entra en una casa previo santo y seña. Mientras don Luis marcha a buscar a la guardia, la Marquesa ha puesto al corriente de su situación a Paloma y ésta acude a Lamparilla para que intervenga y les ayude. Un nuevo personaje, don Pedro, revela a don Luis la conspiración. Éste rodea la casa con la guardia y trata de prender a todos sus moradores. Más, Lamparilla que les ha espiado, arma un gran alboroto y los conspiradores consiguen escapar. La guardia entra en la casa y al único que consigue atrapar a Lamparilla, a pesar de que va disfrazado de mujer, u lo encarcela. Acto II. Plaza de Lavapiés. Barbería de Lamparilla. Lamparilla ha sido puesto en libertad gracias al dinero pagado por la Marquesa a su carcelero y se encuentra en su barbería junto a Paloma y a la propia Marquesa. Don Luis y don Pedro aparecen de nuevo con la guardia, porque han recibido el soplo de que los conjurados están en a barbería, pero al entrar en la casa quedan sorprendidos de hallarla vacía, Lamparilla ha sacado a sus amigos a través de un pasadizo secreto. Acto III. Taller de Paloma en la calle de Toledo. Las costureras se quejan de su soltería. La conspiración parece encaminada a fracasar y Lamparilla da instrucciones a sus protegidos para salir de Madrid disfrazados de majos. Con ellos va don Luis que, por fin, se ha enterado de los motivos exclusivamente políticos de su enamorada para relacionarse con don Juan. Listos para la partida, son sorprendidos por un gran alboroto: la guardia ha entrado en la casa advertida por las modistillas que han denunciado a su maestra. Las fuerzas prenden a todos, excepto al barbero que consigue escapar por la buhardilla, para volver, casi inmediatamente, ahora por la puerta, trayendo la última noticia: el rey acaba de destituir a Grimaldi y nombrar ministro a Floridablanca. La conspiración ha triunfado aunque Lamparilla concluye la zarzuela filosofando que “la nación seguirá igual que antes; pues a pesar del cambio de Secretario de Estado, seguirán los mismos perros, aunque lleven ahora distinto collar”.

La puesta en escena , por medio del uso del color en el vestuario, recrea con alegría y fantasía, trajes de majas goyescas y de majos, de finales del siglo XVIII en España, los cuales se han ubicados históricamente, en tiempo y sitio, pero con toques de pasión, buen humor y reiteramos mucha fantasía y brillo que los personajes despiertan. El coro, en cambio, luce atuendos madrileños atemporales, demostrando que el carácter festivo de los españoles está "más allá" de cualquier época como de cualquier problema político. En uno de los coros (Coro de las costureras) se recrea en la escena uno de los "cartones goyescos" (del afamado pintor Francisco de Goya y Lucientes) que dan origen al movimiento y juego escénico de las telas. La alegría es el común denominador de la zarzuela para que el espectador tenga una caricia en el alma y muchas sonrisas, con acento en lo musical.