Pedido de mano, el último round

Un clásico del teatro mundial que hasta el día de hoy encuentra un pequeño lugar para ser contado en el circuito independiente argentino.

Y a nosotros se nos cae por los costados.

Pareciera ser que Chejov nunca va a terminar de morirse. La obra de este autor que vio nacer al psicologismo del teatro realista allá por fines del siglo XIX, llega hoy a nosotros despojada de cualquier intento de cotidianeidad.

Sigue hablando del amor, de los conflictos burgueses, de lo absurdo de las instituciones. Pero ahora también habla de montar una obra, de ser pocos en un trabajo que necesita de muchas cabezas, de tener que atarlo con alambre y de recubrirlo con parches. Porque el show debe continuar.

“Pedido de mano” es esa pelea que viene pasando hace mucho tiempo, esa pelea con nuestras limitaciones, esa pelea con lo que nos falta, es pelea con las ganas de hacer teatro. Esa pelea que esperamos que nunca se termine.