Prestame tu sueño

"Prestame tu sueño" es un homenaje de una hija a sus padres. Una invitación a hacer, desde, el humor y la ternura, aquellos duelos pendientes, de nuestros seres amados que siguen habitándonos en esta "mágica aventura de vivir"

Florencia (Anahí Gadda), una mujer de 35 años, lleva una vida monótona, dedicándose a un trabajo que no la apasiona, hasta que, una noche, recibe la última visita de su padre, fallecido cuando ella tenía casi 4 años. Norberto ( Manuel Longueira), se juega la última carta para convencerla que ella es escritora, y le pide la gauchada de cumplir su sueño: Escribir una obra juntos. Durante este encuentro Florencia recibe insistentes llamados de su madre, María ( Maria Ibarreta), quién le pide que atienda el teléfono para acordar algo urgente en relación con su padre. Entre la vida y la muerte, entre la ficción y la realidad, Florencia avanzará en la trama escribiendo, en el teatro, el diálogo que en la vida no tuvo oportunidad.

Dice Florencia Aroldi, la autora:

"Escribir Prestame tu sueño fue mi manera de hacer el duelo de un padre actor, presente en la cultura: obras teatro, tangos, películas, y lo más importante en el recuerdo de la gente, pero que prácticamente no conocí, ya que él falleció cuando yo tenía tres años. Uno de sus últimos trabajos fue "Este flaco, flaco Buenos Aires", donde él se despide, agradeciéndole al gran referee, así llamaba a Dios, la yapa de estar vivo todavía, ese tiempo de descuento que le dio cuando su corazón casi le bate el último adiós. En esa obra hay muchos poemas: a Buenos Aires, a su amigo Pichuco, a mi hermano Sebastián, y otro a mí. "Prestame tu sueño Florencia" en sus versos me va imaginando crecer, cosa que sabía que no iba a poder ver , entonces, me imagina en el tiempo, en el amor. Mi madre, María Ibarreta, me los leía por las noches después de su partida y después de regalarme una cantidad excesiva de figuritas del mundial 78, como para disimular la tristeza de su ausencia. Crecí escuchando anécdotas de personalidades de la cultura, personas que habían compartido trabajo con él, así como también con personas que lo conocían solo de la tele, de la radio, o de la vida. todos tenías algo en común: la emoción en la mirada, y en la voz. "¿Vos sos la hija del Flaco? Y enseguida me miraban para decirme, no cuánto lo admiraban, si no cuanto lo querían. Todos y todas se sentían "amigos" de él. Como si el viejo, a pesar de su delgadez estuviera repartido en la vida de las personas que lo conocieron. Y qué hago yo con un padre tan presente y a la vez tan ausente?, es fácil: poesía. A mis catorce años le respondo con "Prestame tu sueño también" como en una partida celestial y terrenal donde cada jugador juega con sus cartas. Pasaron los años y un día, no sé si fue idea mía o de él, comienzo a escribir una obra de teatro donde él y yo podamos tener ese encuentro que no pudimos tener debajo del escenario.

Dice Antonio Célico, el Director:
"El encuentro es mucho más que ello, el recorrido les permite reconstruir fragmentos de una vida no vivida por interrupción de la muerte.
Construyen, lloran y ríen. Viven y reviven momentos. Saltan de tiempos, realidades, preguntas y confesiones.
Un texto que se construye, una obra para estrenar.
Vidas que se hacen teatro, acción, emoción y movimiento."